Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en https://alexiarkis370024.ageeksblog.com/37119645/el-cabezazo-de-zidane-un-momento-que-quedó-en-la-historia